Mi nombre es Denise. Soy esposa, madre de dos hijos, entrenadora física, y ahora fisicoculturista de competencia. 

Ser madre y tratar de equilibrar el trabajo, los niños, la escuela, los entrenamientos, los eventos, los amigos, etc., puede ser un gran desafío.

Todos los días practico el fortalecimiento de mi fuerza de voluntad, pero no me presiono para intentar que todo sea “perfecto”, sé que eso no es realista. 

Por ello, creé un programa que funciona y lo quiero compartir contigo para que tú también puedas hacerlo. 

Planea cada día, todas las semanas
Nunca me pierdo un entrenamiento que ya esté planeado. “Los entrenamientos son como las reuniones de trabajo, y un jefe nunca puede faltar a ellas”, explica. Por lo tanto, me aseguro de programar todos mis entrenamientos y preparar el plan de comidas apropiado para cada día y entrenamiento en particular. 

Varía tus entrenamientos
Mi rutina cambia todos los días.  Aquí debajo puedes ver un ejemplo:
Lunes: entrenamiento en grupo, entrenamiento con pesas para la parte superior del cuerpo.
Martes: entrenamiento en grupo, levantamiento de pesas y Entrenamiento de Intervalos de Alta Intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés), como el kickboxing.
Miércoles: día de trabajo de piernas, lo que significa sentadillas, desplantes, levantamiento de pantorrillas y trabajo de glúteos.       
Jueves: ejercicios de cardio, abdominales, levantamiento de pesas.
Viernes: entrenamiento en grupo, o el día libre para divertirse con la familia.
Fin de semana: natación en el mar, pasear en bicicleta o salir a correr.

Lleva una rutina matutina
Debido a mi trabajo, normalmente me levanto a las 3:45 a.m. Mientras estoy en la cama, me estiro y miro por la ventana, y luego me convenzo de que puedo hacer las cosas mejor que ayer. Después hago ejercicio, desayuno, preparo la comida para el día y la guardo en mi bolsa. Después, me siento y tomo un café junto a mi maravilloso esposo y hablamos de cualquier cosa que se nos venga a la mente. Luego leo un libro a mis hijos para despertarlos mientras mi esposo les plancha su ropa. De lo contrario, salto a sus camas para acurrucarme con ellos por un rato, ¡esa es una de mis rutinas favoritas!

Mantente dispuesto a improvisar
Algunos días no puedo ir al gimnasio, pero de cualquier modo sigo haciendo ejercicio. Puedo entrenar en el garaje, la playa, durante la práctica de fútbol de mi hijo, o mientras dirijo al equipo de softbol de mi hija. ¡La actividad física es posible realizarse en todo momento y en cualquier lugar!

Haz que la hora de acostarte sea una prioridad
Mi objetivo es estar en la cama a las 8:00 p.m., pero eso depende de cómo marche el día. Si llegamos tarde a casa después de la práctica, mi esposo me ayuda a preparar a los niños para que se acuesten y que yo pueda estar durmiendo a las 10:00 p.m. Dormir es muy importante cuando estoy entrenando. No solo mejora mi mente y mi capacidad de concentración, sino que mis entrenamientos son más fuertes y se mantienen con una mayor intensidad durante más tiempo.

Programa un día libre
¡Disfruto mucho mis días libres! Normalmente son los viernes o domingos, lo que me permite recargar fuerzas, hacer algo divertido como yoga con amigos, o visitar los campos de bateo con mi extraordinaria familia. ¡Solo hago cosas que me brinden felicidad!

 

Herbalife Nutrition patrocina a la Asociación Internacional de Fisicoculturismo Natural.