¿Recuerdas aquellas resoluciones de Año Nuevo? Por supuesto que sí. Te ibas a poner en forma, perder X libras, correr una carrera de 5K, o cumplir algún plan de condición física y nutrición.

¿Cómo vas con ello?

Quizás no estás justo en donde quieres estar. De hecho, una investigación de Strava, una red social para deportistas, demostró que la mayoría de las resoluciones no duran más allá del 12 de enero, también llamado "día del desertor". Otros estudios han demostrado que solo el 58% de las resoluciones sobreviven al primer mes.1

Aunque no todos caemos en la categoría de “desertores”, cuando llegamos hasta marzo, esas resoluciones quizá no se hayan desvanecido, pero la motivación podría estar tambaleando un poco.

Prueba con estas estrategias y haz que las probabilidades vuelvan a estar a tu favor.

Toma responsabilidad
Tirar la toalla es mucho más difícil cuando tienes que compartir tu progreso con alguien.

Fija un sistema sólido de apoyo y mantenlo. Un entrenador deportivo o Asesor de Bienestar, los amigos y la familia son excelentes para comenzar; las comunidades en línea también son valiosos recursos. Considera unirte (o unirte nuevamente para algunos de nosotros) a un reto grupal. El apoyo mutuo puede hacer maravillas con tu motivación, al tiempo que se inspiran uno a otro con sus éxitos.

La visibilidad es la clave
¿Qué tan seguido revisas tu progreso? Si tu meta es perder peso, ¿te pesas constantemente? Si tienes una meta de mejorar tu rendimiento, ¿estás monitoreando tu progreso hacia los logros importantes?

Haz uso de las herramientas para monitorear tu ejercicio tan frecuentemente como te sea posible. Esta práctica ayuda a mantener en mente las resoluciones, evitando que se pierdan en el camino. No tengas miedo de escribir esas metas en el espejo del baño o en una nota en tu escritorio. Mantén tus metas a la vista para mantenerlas con vida.

Recompénsate
No, no significa que puedas comerte un pastel de cumpleaños entero en una sentada solo porque perdiste 15 libras.

Planea pequeñas recompensas para ti cada vez que tengas un logro y reconoce tus éxitos. Después de perder cierto peso, ponte un par de jeans que ya te queden. Los mayores logros pueden tener mayores recompensas. ¿Lograste la meta de las “30 libras perdidas”? ¡Celébralo con una salida al cine o una tarde de paseo en la ciudad!

Fija metas múltiples en los que puedas trabajar para que la tarea no sea tan grande.

Busca que te halaguen (no es broma, en serio)
Piénsalo como una manera de combinar los métodos de recompensa y la visibilidad. 

Has trabajado arduamente para llegar tan lejos con tus resoluciones y mereces presumirlo un poquito. No tengas miedo de publicar tu selfi del gimnasio o la foto de tu nueva (y reducida) talla #lookdeldia. El apoyo de tus amigos en la sección de comentarios será un impulso para tu autoestima y una ayuda para continuar en el momento en que la mayoría está perdiendo fuerza. Además, si tus amigos ven tus victorias, será más probable que sigan al pendiente de ti en el futuro. ¡Y no querrás decepcionarlos!

1Guía de salud de la mujer y nutrición para cualquier edad – Susan Bowerman, M.S., R.D., CSSD, CSOWM, FAND – Directora Sénior de Educación y Capacitación Mundial sobre Nutrición